Tuesday 24 de June, 2025

POLíTICA | 22-06-2025 16:12

Milei e Israel: la geopolítica mística

Milei confirmó la mudanza de la embajada a Jerusalén. Esoterismo e interna religiosa.

"Cuando el Uno le ordenó a Moisés que rompa las primeras Tablas de la Ley, la primera palabra que pronunció fue Jerusalén. Por lo tanto, hay que llevar la embajada desde Tel Aviv a Jerusalén”. El que pronunció estas palabras no fue ningún lider religioso de medio oriente ni un rey feudal de hace algunos siglos: fue nada menos que el Presidente argentino, en un viaje a Israel el año pasado donde explicó que quería realizar ese traslado tan polémico porque así lo establecía un texto religioso. Ahora Javier Milei volvió a viajar a aquel país y confirmó lo que había adelantado en el 2024. Es una decisión más que sensible que afecta incluso una de las únicas políticas de Estado en Argentina, como el reclamo soberano por las Islas Malvinas, y que el mandatario tomó basado en sus propias creencias personales. Ahí también aparece la influencia de lo místico. Es que la teología política habita en la Quinta de Olivos.

Las Fuerzas del Cielo

“Es importante entender que estamos en una batalla existencial y moral entre el bien y el mal, batalla de la que depende el futuro de la civilización, ante el avance implacable de la barbarie. ¿Qué prefiere la comunidad internacional? ¿Estar del lado del terror o del lado de la libertad? ¿La vida o la muerte? ¿El bien o el mal? El bien siempre es el bien, el mal siempre es el mal. Sólo se necesita la sabiduría para distinguir la una de la otra y el coraje para obrar en consecuencia, ya como lo pedía el rey David”. Así explicó Milei su decisión en la Knéset, el parlamento de Israel, el miércoles 11. Sin embargo, a pesar de que el relato es profundamente religioso, la trastienda de esta mudanza es aún más sensible. Lo curioso es que en ambas aparece la misma figura bíblica, cada vez más citada por Milei.

Netanyahu y Milei

Un embajador jura que la escuchó de boca del propio mandatario, a comienzos del año pasado, cuando intentó convencer al libertario de desistir con la idea que ya había esbozado en público. El hombre, de confianza de Milei, expuso algunas razones que suenan lógicas: que Israel no está ni siquiera entre los principales 30 socios comerciales de Argentina, y que trasladar la embajada -algo que sólo hicieron seis países en el mundo- caería pésimo en toda la comunidad árabe. Históricamente esas naciones, más de 20, votaron a favor del reclamo argentino por Malvinas en las Naciones Unidas, apoyo que es muy probable que desaparezca si el traslado de la embajada argentina se materializa. La explicación de Milei, sin embargo, lo dejó atónito y sin respuesta: “Es que me lo pidió el rey David en un sueño”. Misticismo y religión se cruzan en la que quizás sea la decisión de política internacional más sensible que tomó esta administración.

Datos y relatos

Mientras que Milei vive su viaje espiritual en público -aunque todavía tiene demorada su conversión formal al judaísmo- su administración se adapta a sus propias convicciones. El Presidente ya mandó en dos ocasiones a votar en contra del alto al fuego en Gaza en la Asamblea General de la ONU, posición minoritaria que comparte con Estados Unidos e Israel. También firmó acuerdos en este último viaje: vuelos directos entre ambas naciones -además de poner regresos gratuitos para los argentinos viviendo allá que quieran escapar del conflicto con Irán- y se ratificó un tratado que establece que cualquier ciudadano israelí con residencia legal en Argentina puede recibir prestaciones sociales como jubilaciones, pensiones, asignaciones por maternidad, discapacidad y otros beneficios.

Javier Milei

No fue la única novedad en asuntos de la religión y la política. Es que la interna en el Gobierno entre las bandas de Santiago Caputo y de Karina Milei no sólo está cada vez peor sino que ahora sumó un foco novedoso. Es que Lucas Luna, que milita dentro de la escudería del asesor todoterreno, publicó un durísimo mensaje contra el islam: “No los odiamos lo suficiente”. “Borra esto, pelotudo”, le contestó Sharif Menem, sobrino de Martín y uno de los alfiles del karinismo. Luego el propio Presidente de la Cámara de Diputados recogió el guante: “Eso fue una estupidez que dijo alguien que tiene que leer un poco más, no se puede mezclar a todo el islam con el terrorismo”. El comentario de Santiago Caputo no se hizo esperar: “El que te proponga diferenciar la religión del terrorismo, ese es el traidor”. Las fuerzas del cielo, se ve, actúan de maneras misteriosas, y no siempre siguiendo las mismas directivas religiosas. Hay que esperar que el Rey David no se moleste. 

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En esta Nota

Juan Luis González

Juan Luis González

Periodista de política.

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