Un video de TikTok recibió más de 16 millones de visitas, formando parte de la viralización en las redes sociales, que generó un punto de polémica en Brasil. Las grabaciones, que circulan ampliamente, muestran a mujeres que llevan a muñecos de bebes hiperrealistas al parque en cochecitos, celebrando sus cumpleaños con tortas y canciones, e, incluso, simulando el parto para dar a entender su aparición.
“Los que más me gustan son los recién nacidos”, dijo Juliana Drusz Magri, de 36 años, quien vive en Curitiba y trabaja en recursos humanos a The New York Times. “El mundo de la fantasía es una válvula de escape para mí”, destacó y aclaró: “Y no, no lo trato como a un bebé de verdad”. Los muñecos brasileros han inundado la cultura pop regional con el término de Bebes Reborn.
El absurdo de la tendencia se manifestó ante la denuncia desde el parlamento provincial del estado de Amazonas, en el noroeste de Brasil. “No se puede obligar a un médico de un hospital”, explicó y ejemplificó: “A tratar a un muñeco reborn como si fuera un niño, que es un ser vivo. No se puede obligar a un profesor a aceptar a un niño en una guardería porque la persona quiere que el muñeco reborn estudie”.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Río de Janeiro aprobó una propuesta para que el 4 de septiembre fuera el Día de la Cigüeña Reborn. pero , también, se han presentado al menos 30 proyectos de ley en las cámaras legislativas de todo el país para prohibir que los muñecos reciban servicios en los centros de salud pública, según los registros públicos.
Según The New York Times, los muñecos existen desde la década de 1990, cuando la gente empezó a quitarles la pintura y el pelo a muñecos de vinilo comprados en tiendas y a retocarlos minuciosamente para que se vieran más reales. La mayoría cuestan entre 200 y 250 dólares y están hechos de vinilo, mientras que algunos muñecos de edición limitada hechos de silicona más blanda se han vendido por más de 4000 dólares.
Dave Stack de Cleveland, fabricante de muñecos Reborn, respondió el gran interrogante: ¿por qué el boom? “Un pequeño porcentaje de los muñecos los compran madres que están pasando por la pérdida de un hijo. Otros han sido comprados por centros de cuidado de la memoria, abogados que los utilizan en representaciones judiciales y personas que hacen películas y programas de televisión”, señaló el emprendedor.
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