Sunday 18 de May, 2025

ECONOMíA | Ayer 08:06

Seducción al dólar: el efecto colchón

El Gobierno optó por incrementar las reservas del BCRA sin comprar en el mercado y alienta al uso de los ahorros dolarizados.

Las estadísticas oficiales indican que los argentinos tenían acumulado a fin del año pasado US$271.000 millones fuera del sistema financiero formal y de ellos una buena parte nominados en verdes billetes. Antes que seducir al inversor extranjero, el salvavidas de iniciar un círculo virtuoso ahorro-inversión está al alcance de la mano, a solo un clic en una cuenta virtual o a metros de una caja de seguridad. Pero como una paradoja más del laboratorio social argentino, el Banco Central todavía no pudo salir del rojo en sus reservas internacionales.

Niveles. El mecanismo tradicional para ampliar al exiguo margen de maniobra que tiene el Banco Central por la escasez de reservas se resume a que ingresen más divisas por un mayor saldo comercial o que ingresen fondos en la cuenta de capital. Un tipo de cambio más alto generaría, en principio un aliciente parar elevar el nivel de exportaciones y desalentar importaciones. Pero la realidad funcionó diferente: con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en marcha, se flexibilizó el cepo, llegaron los fondos para desalentar la apuesta devaluatoria y el dólar se fue posicionando más cerca del piso que del techo de la “banda”. Al mismo tiempo, tres factores obraron para que crecieran las importaciones: la paulatina baja de aranceles y desregulaciones sectoriales, el cambio en los precios relativos con el encarecimiento de costos locales y un mayor dinamismo de la actividad económica que precisa más insumos.

Por el lado de las exportaciones, a pesar de transitar el semestre “pico” de las liquidaciones, el sector agropecuario mira con preocupación la caída en la rentabilidad que podría traducirse en una retracción de la producción. “El Gobierno parece decidido a llevar el dólar al piso de la banda cambiaria para contener la inflación y recomprar reservas. En ese marco, las mayores ventas del productor se tradujeron en mayor oferta de divisas, apuntalando esta política”, interpretó el economista Dante Romano, profesor en la Escuela de Agronegocios de la Universidad Austral.

El otro factor es la “amenaza” de un boom de importaciones por el abaratamiento de precios relativos y la mayor actividad. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) mostró índices de crecimiento intermensual sostenido hasta febrero de 2025 pero, según las cifras que maneja la consultora Invecq se interrumpió en marzo. En su visión, esta contracción se produjo en parte a causa del complejo contexto macroeconómico, “caracterizado por la incertidumbre en torno al acuerdo con el FMI y el nuevo esquema cambiario, un salto en el tipo de cambio, la ampliación de la brecha cambiaria y una aceleración inflacionaria, factores que generaron una parálisis en diversos sectores de la economía”.

El equipo económico no perdió oportunidad de comunicar que la prioridad es la baja de la inflación y todo lo demás se supedita a esta meta. Incluso la acumulación de reservas comprometida en el acuerdo con el FMI. El Banco Central debe alcanzar un nivel modesto de reservas (-$2.600 millones de reservas neta) en junio y ya salir del rojo para diciembre (+US$1.900 millones). Invecq calcula que para la primera quincena de mayo estaban en torno a -US$8.500 millones.

Precios y cantidades. Jorge Vasconcelos, economista jefe del IERAL, señala otro hecho que también explica el freno de la economía cuando entró en crisis la confianza, cuando no, del delicado equilibrio cambiario. “Con el crawl al 2,0 % mensual, se había armado una especie de “círculo virtuoso” a favor de la expansión del crédito al sector privado”, explica. En seis meses (hasta marzo) el crédito al sector privado se incrementó a un ritmo equivalente del 5,5 % mensual en términos reales: un motor clave de la salida de la recesión.

El índice anunciado por el (2,8% para abril a nivel nacional) presenta una baja sustancial con respecto a la de marzo (3,7%). Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos interpreta que, por ejemplo, en Alimentos subió la mitad que en marzo por cuestiones puntuales en aquel mes. Pero también apunta que en Educación pasó de 21,6% en marzo a 2,5% en abril por su comportamiento marcadamente estacional. Los datos del relevamiento de precios de C&T de lo que va de mayo siguen mostrando una moderación, que podría hacer caer la inflación del mes debajo del 2%.

El sofocón del mes pasado que desembocó en el cambio de régimen cambiario y el auxilio del FMI para oxigenar la política económica puso a la baja de la inflación en primer lugar. Tiscornia apunta a que parte de los fondos que ingresan de organismos internacionales o del préstamo “Repo” organizado, justamente es para llegar a junio con el nivel buscado a costa de aumentar la deuda. Todo suma y si hiciera falta, el guiño del Tesoro de los Estados Unidos también cuenta.

Alquimia. Finalmente, surgió la idea de utilizar los dólares “del colchón” como medio de pago, para operaciones que no superen los US$100.000 y con la sola presentación de una declaración jurada. Si bien falta la letra chica de la iniciativa, en síntesis, se trata de suspender la aplicación de la normativa penal tributaria y cambiaria para estos casos. Un blanqueo parcial y con objetivo definido: utilizar los dólares guardados y que las empresas que los reciban los bancaricen. Esto también se sumaría a la tendencia de incremento de los depósitos en dólares a partir de la autorización a particulares para poder acceder al mercado de cambios ya que se calcula que hasta ahora las dos terceras partes quedan en el banco.

Sebastián Menescaldi, director asociado de Eco Go, le parece que este no será una solución inmediata e integral. “Es muy difícil luchar contra una cultura de 50 años de que costaba conseguir dólares, en que el público atesoraba la moneda buena y se desprendía de la mala”, destaca. Sin embargo, cree que esta reticencia a utilizar los billetes que fueron adquiridos a modo de reserva de valor o ahorro a mediano plazo podrá seguir para “lubricar” algunos sectores en que el uso del dólar ya esté instalado como usual: el inmobiliario y el automotor. Ambos vienen saliendo de una larga crisis de producción y esto podría darles un empujón adicional. Pero también, reconoce que muchas veces se subvaloró la decisión de este ahorrista que actúa a la defensiva y que a veces se desconoce el chip que lo convierte en un comprador convencido. “Con lograr sostener lo que viene hasta ahora sería un gran logro y, además, que no se pierdan los dólares del FMI interviniendo en el tipo de cambio”, concluye. Una apuesta más para conciliar lo que parece difícil, pero en el laboratorio argentino puede hacerse posible.

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por Tristán Rodríguez Loredo

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