El tapping, consiste en utilizar las yemas de los dedos para realizar acupresión mientras se contrarrestan las emociones negativas con ejercicios de respiración. En los últimos 15 años, el tapping también ha aparecido en pódcasts sobre bienestar, programas de televisión e incluso en la lista de libros de los más vendidos.
La práctica es conocida como Técnica de Liberación Emocional (EFT por su sigla en inglés), ha atraído a numerosos seguidores y se ha convertido en un boom en redes sociales. Los expertos reconocen que el tapping se engloba dentro de la psicología energética, que tiene su origen en una técnica denominada Terapia de Campo del Pensamiento, desarrollada por el psicólogo Roger Callahan en la década de 1980.
Los terapistas de esta especialidad reconocen que Callahan concibió la técnica cuando intentó tratar de varias formas la fobia al agua en una paciente. Cuando la mujer se quejó de que apenas al mirar el agua le producía un dolor de estómago, Callahan le pidió que se diera unos golpes firmes debajo del ojo, una zona que él sabía que estaba asociada con el “meridiano del estómago” en la medicina tradicional china. Tras dos minutos, la paciente declaró que su dolor había desaparecido, junto con su miedo al agua.
La terapia fue desacreditada por los expertos en psicología, en parte porque no hay forma de medir los meridianos de energía ni evidencias que demuestren su existencia. Pero en la década de 1990, Gary Craig, un graduado de Stanford, creó una versión simplificada llamada EFT, (Técnicas de Liberación Emocional). Sus defensores sugieren que el tapping no sólo alivia el estrés y la ansiedad, sino que también puede mejorar los síntomas de la depresión, el trastorno de estrés postraumático, la adicción y el dolor crónico, entre otros males.
En la actualidad, la Asociación Estadounidense de Psicología ha afirmado que el tapping es una pseudociencia.“Cuando realmente se analizan las pruebas, estas se desmoronan”, sostuvo Cassandra L. Boness, profesora adjunta de psicología en la Universidad de Nuevo México y concluyó: “En realidad no es un tratamiento psicológico”. “Es una mezcolanza de intervenciones, algunas de las cuales son, estoy seguro, bastante eficaces”, señaló David Tolin, director del Centro de Trastornos de Ansiedad del Instituto de la Vida en Hartford a The New York Times.
Por otro lado, Melissa Lester, psicoterapeuta en Sandy Springs, destacó que el tapping podía brindar beneficios rápidos, como una mente más tranquila y clara. Lester decidió certificarse en la técnica porque quería dar a sus clientes una alternativa cuando los métodos ofrecidos por otros terapeutas, como la terapia cognitivo-conductual, no producían los resultados deseados. “No sustituye a las mejores prácticas que existen para tratar el trastorno de estrés postraumático, la depresión, las adicciones u otras afecciones graves”, aclaró David Feinstein, terapeuta que ofrece clases y certificaciones en medicina energética.
Los especialistas en tapping aseguran la existencia de estudios que avalan la estimulación de los puntos meridianos, reduciendo la excitación de la amígdala cerebral, y como consecuencia disminuyendo las hormonas del estrés.Puede aplicarse en pacientes de todas las edades, desde la infancia hasta adultos mayores. Y , probablemente, algo fundamental en el por qué de su gran difusión: una vez aprendida, es una técnica autoaplicable, que no requiere más que las propias manos del que la realiza.
Comentarios